"Planificar una boda es un proceso que implica una gran cantidad de detalles, desde la elección del lugar, la decoración, el catering, hasta la música y la fotografía. Pero más allá de los detalles logísticos, para mí, lo más importante es captar la esencia de la pareja y reflejarla en cada aspecto del evento. Cada decisión, por pequeña que sea, se toma pensando en cómo hacer que el día sea inolvidable para ellos y sus seres queridos. Cada boda es una aventura única, y me siento afortunado de poder vivir, junto a mi equipo, tantas historias de amor diferentes. Al final del día, lo que más me llena es saber que he ayudado a hacer realidad los sueños de una pareja y familia. Eso, sin duda, es lo más gratificante de todo".